«Hot Pots» es algo así como una contraseña. En el mundo anglosajón esta expresión es entendida por todos los aficionados a la cerámica, como una convocatoria para ver las piezas recién salidas del horno. Un aviso a los visitantes de que hay material nuevo de la última hornada.
Me encanta esta frase, por que además es muy gráfica; creo que todos los que acabamos de cocer nuestro trabajo no somos capaces de esperar ese tiempo prudencial y ahí estamos, abriendo la puerta del horno y quemándonos a pesar de los guantes para mover placas y soportes y ver si ese esmalte ha funcionado bien, si esa pieza resulta como la esperábamos, si hay algo roto… y por el taller vamos colocando de forma desordenada todas las piezas aún muy calientes, hot pots, que tienen su música, ese ligero sonido del esmalte al enfriar y craquelarse.
Mañana ya dedicaré más tiempo a estudiar el resultado.