Se acaban las vacaciones, y de vuelta al trabajo…
En los primeros días de septiembre ya recogemos las hortensias para secar durante el invierno.
En Casa do Cura ya es el momento de volver al taller, y empezar a preparar nuevas piezas. De nuevo al torno, esta vez con dos pastas de gres diferentes a la que usaba anteriormente: MJ y GRM. Para saber si me gusta trabajar con ellas, hay que estudiar varios aspectos: primero, comprobar cómo es su plasticidad, qué tal se moldean; segundo, ver cómo se comportan en el secado.
Tercero, si me gusta el color de la pasta ya cocida, cuánto encogen al cocer. Aquí vemos alguna pieza bizcochada a 950 ºC. Este no será el color definitivo.
Cuando cambias de pasta, hay que ajustar de nuevo los esmaltes, los resultados de color, brillo… normalmente varían de un material a otro. Estas piezas están esmaltadas, antes de volver al horno. Las coceremos de nuevo a 1250 ºC.
La operación de carga del horno es importante, para aprovechar al máximo el espacio.
Poco a poco, voy colocando las piezas – sin que se toquen las partes con esmalte- y construyendo con placas y soportes refractarios un castillete, hasta llegar al techo del horno.
Ya sólo falta encender los quemadores.